Regulación de los bailarines
La regulación de la danza – función y estructura
El control de la bailarina es una comparación constante de la posición de la bailarina. Este bailarín se apoya en el material a enrollar y permite que este material se hunda en un punto determinado debido a la fuerza del bailarín.
La posición de la bailarina se determina constantemente a través de un potenciómetro y se transmite al control de la bailarina para ser comparada en el dispositivo de control. El máximo y el mínimo están determinados de antemano por valores límite y el control debe mantener siempre al bailarín dentro de estos límites. La altura de la bailarina está influenciada por la velocidad de alimentación y descarga (V1 y V2) del material. La velocidad del material es controlada y ajustada o influenciada por un motor en cada lado. Sin embargo, también se puede utilizar un motor junto con un potenciómetro, en cuyo caso el potenciómetro especifica el punto de consigna y el control de la bailarina interviene precisamente en ese punto. Dependiendo de la posición de la bailarina, estos motores son acelerados o ralentizados por el control de la bailarina para aumentar o disminuir V1 o V2. De este modo, se consigue una velocidad de bobinado óptima y la fuerza deseada en la bobina; sobre todo, esta fuerza de tracción es siempre la misma en toda la bobina.
Realiza el control de la bailarina con el inversor
Para controlar los dos motores del material, se suele utilizar un control de bailarina. Dentro de este control hay convertidores que modifican la velocidad del motor y, por tanto, la velocidad del material mediante un cambio de amplitud o frecuencia. Este tipo de control de la bailarina ahorra energía y es relativamente fácil de aplicar.
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